23.7.12

Arrebato: Un hombre para la eternidad

Muchas son las obras del cine, el teatro y la literatura que sin tapujos ni enmascaramientos han denunciado pasajes de la historia y del pensamiento que han intentado someter a personas e ideas por el simple factor de contradecir lo establecido y pretender abrir la mente a un futuro mejor cuyo máximo exponente tiene en la libertad su valor más preciado.
En su narrativa han elaborado escenas en las que los dos mundos se enfrentan y el protagonista construirá un arrebato para argumentar con la fuerza de la razón los motivos que le llevan a defender una causa justa y libre. Es el mensaje que, aunque pueda parecer demasiado transparente y moralizador, nunca nos deja indiferentes, a pesar de las diferentes interpretaciones sometidas a la época de realización o bajo un punto de vista más moderno. En cualquier caso todo parece indicar con la perspectiva del tiempo que la experiencia ni se aprende ni se hereda y si algún valor prevalece es la integridad, aunque muy pocos entiendan lo que representa.





Un Hombre para la eternidad ( A Man for All Seasons) GB, 1966
D: Fred Zinnemann. Escrita por Robert Bolt, con Paul Scofield (Moro) y Robert Shaw (Enrique VIII)

Para divorciarse de su esposa Catalina de Aragón (hija de los Reyes Católicos y tía del emperador Carlos V) y contraer matrimonio con Ana Bolena, Enrique VIII (1509-1547) trata de obtener el apoyo de la aristocracia y del clero. Sir Thomas Moro, uno de los más notables humanistas europeos  ferviente católico y hombre de confianza del monarca, se encuentra en una encrucijada: ¿debe actuar de acuerdo con su conciencia, arriesgándose a ser tachado de traidor y ejecutado, o debe ceder ante un rey que no tiene ningún reparo en adaptar la ley a sus necesidades? La decisión del rey de no obedecer a Roma y reformar la iglesia anglicana con el rey como máximo mandatario para establecer las leyes eclesiásticas a su interés y anular su matrimonio con Catalina y casarse con Ana Bolena, fue uno de los mayores hitos de la historia de Inglaterra.



En la sala de juicio ante un nutrido grupo ciudadanos, los tres miembros del tribunal y doce asustados jurados masculinos, se dicta la culpabilidad de Sir Thomas Moro, sentado en una silla. El presidente del tribunal se levanta:
Presidente: Sir Thomas Moro habéis sido considerado culpable de alta traición. La sentencia del tribunal es…
Thomas: Señores, cuando yo ejercía el derecho, antes de pronunciar sentencia se preguntaba al acusado si tenía algo que alegar.
Presidente: ¿Tenéis algo que alegar?
Thomas: Sí (se levanta). Ya que el tribunal ha determinado condenarme, Dios sabe como estoy dispuesto a descubrir mi pensamiento sobre la nueva ley y el título de su majestad. Dicho título está basado en una acta del parlamento que repugna en esencia e integridad a la ley de Dios y a la santa iglesia, cuyo supremo gobierno ninguna persona temporal por muchas leyes que dicte, puede asumir. Ese gobierno fue dado por boca de nuestro salvador Jesucristo a San Pedro y a los obispos de Roma mientras vivía. Y estaba personalmente presente aquí en la tierra. Es por tanto, insuficiente una ley que obligue a los cristianos a desobedecerle. Y más aún, la inmunidad de la iglesia está prometida tanto en la carta magna como en el juramento de coronación del rey. Yo soy fiel súbdito del rey. Y pido por él y por el reino. No hago daño a nadie. Ni hablo mal. Ni pienso mal. Y si esto no es suficiente para dejar a un hombre con vida, entonces no deseo vivir. Sí, no es por esa supremacía por lo que me quitáis la vida, sino porqué no me inclino ante ese matrimonio.

Sus  últimas palabras antes de que se le cortara la cabeza, fueron:
Thomas: El rey me ha ordenado que sea breve y puesto que soy fiel súbdito, breve  he de ser. Muero como humilde servidor de su majestad, pero primero de Dios.

Tras la ejecución de Thomás Moro, el siguiente en ser ejecutado también por alta traición fue su principal acusador, el primer ministro Cromwell. Pero antes fue ejecutada la reina Ana Bolena para que el rey se casara con Jane Seymour.

14.7.12

Bales de palla


12.7.12

Rastes de palla


9.7.12

Ernest Borgnine (1917-2012)



Ha mort el gran actor Ernest Borgnine. Un del secundaris que per si sols eren reclam de taquilla. Tot i això, només va guanyar un oscar al millor actor per Marty l’any 1955. Marty, un carnisser gros i poc atractiu, solter i tímid, acomplexat pel seu físic, s’enamora de la Clara, noia també poc atractiva i tímida. Però l’entorn familiar amb la mare d’ell, dominant fins a l’asfixia, no els hi farà fàcil.
Més de dues-centes pel·lícules en la seva filmografia avalen una carrera plena i entre les que destaquen meravelles com El vuelo del Fénix (1965), Doce del patíbulo (1967), i La aventura del Poseidón (1972).
Però si teniu temps i voleu gaudir d’un dels millors espectacles que el cinema ens ha regalat, teniu el millor western crepuscular de la historia del cinema, Grupo salvaje (1969), amb Ernest Borgnine.
Salut per Ernest, de la tendresa de Marty, a la violència de Grupo Salvaje.
Cinema en estat pur.


4.7.12

Aigüestortes



Pirineus.
Un espai protegit.
Natural.
Pics de dos mil metres i puntes de tres mil.
Panoràmiques de cim inoblidables.
Encantats de llegenda.
Parets impressionants per escalar.
Tarteres de pedra gran que fan perillosa i feixuga la marxa.
Geleres sempre tardanes.
Núvols del blanc al gris més fosc de tempesta.
Arbres tocats i recargolats pel llamp.
Prats salvatges i florits.
Mantell blanc de blancs quan és hivern.
Avets i pins fan verd del verd.
Centenars d’estanys d’aigües pintades de blaus fora de norma.
Rierols i fonts esquitxen les valls entre un cim i un altre.
Aigües que des de l’altura són tortes.
Aigües que a tocar són dolces i clares.
Benvingut el noble visitant.
Esplendor i relleu de l’alta muntanya.
Regne per l’isard i el trencalòs.
Aigua de cristall per la truita.
Respecte per l’escurçó.
Art en estat pur.
Museu de la vida i del goig per la natura.
Milers de caminants el travessen.
Grup excursionista.
Fotògraf neguitós.
Caminant solitari.
Esportista sense alè.
El turista,també.
L’estranger em diu: mai he vist el color i la llum de la natura com aquí.
Espai de vida.
També de mort.
Fora de lloc no es compren.
Deixar les comoditats per l’aventura.
Dir adéu als fills per sentir la crida de la natura.
I fer-ho sol.
No ha de passar res diem quan fem el pas.
I el repetim regularment.
Allà sentim quelcom diferent.
És la muntanya.
És la vida.
Respirem vida.
Tornem més vius.
Però passa.
L’accident.
Quantes vegades hi hem estat a punt.
Però ens en hem sortit.
Ho expliquem o ho silenciem.
Per tornar-hi sense la por dels altres.
Aigüestortes.
Estones plenes de vida.
I si la mort ens sorprèn.
Colpidor moment.
Per sempre més vida i mort.
Allà dalt hi ha vida.
Però avui recordem la mort.
Aigüestortes.



A Toni Nadal (1971-2012)

3.7.12

Camins de verd